Etnia Indígena Warekena



El nombre Warekena significa “nietos del picure”, animal sagrado del cual se consideran descendientes. Esta cultura se desprendió de un grupo social más amplio conformado por los Tariana, Baré, Tsatse y Wakuénai, lo cual se evidencia en la extraordinaria similitud lingüística y cultural que guarda con ellos. Pertenecen a la misma familia lingüística arahuaca, lo que se evidencia en la facilidad que tiene el Warekena para aprender otras lenguas y no sólo del grupo arahuaco. Por lo general, además de tres o cuatro lenguas indígenas, dominan el castellano, el portugués y el yeral, una lengua de la región que mezcla castellano, portugués y varias lenguas indígenas del grupo arahuaco. La lengua Warekena está hoy casi extinta y los warekena han adoptado la lengua de los Baniwa, grupo con el que comparten muchos rasgos culturales. 
La población Warekena habita principalmente en la comunidad de Wayanapi o Guzmán Blanco, a orillas del Guainía Río Negro y en algunos sitios del caño San Miguel o Itini-Wini. Sin embargo, muchas familias emigraron hacia el Orinoco, el Atabapo y Puerto Ayacucho, como consecuencia del proceso de colonización y de la cruel explotación cauchera de los años 1913 a 1948. Una larga historia de contactos con caucheros, esclavistas, comerciantes y colonos en general hizo estragos en su cultura. Entre los Warekena capturados como esclavos para trabajar en la explotación cauchera hubo numerosos shamanes, depositarios de los secretos de su cultura que al morir se llevaron consigo la memoria de sus prácticas y ceremonias sagradas. Actualmente los Warekena acuden a los shamanes de sus vecinos Wakuénai en el Guainía, propiciando un renacimiento de sus ceremonias y rituales.
Desde hace poco han vuelto a celebrar ritos de iniciación de jóvenes Warekena, en los cuales se retoman las enseñanzas de Nápiruli. De acuerdo con sus creencias Nápiruli les transmitió la esencia del ser Warekena y les enseñó las técnicas, los diseños y los colores de la cestería y la alfarería. Según su tradición, la arcilla utilizada en la confección de ollas y recipientes fue depositada en los ríos por el héroe cultural Mjupe Numana. La alfarería Warekena guarda así una íntima relación con creencias mágico-religiosas que reglamentan su fabricación.


Para cubrir las apremiantes necesidades de subsistencia, dedican el poco tiempo libre que deja la actividad extractiva a la agricultura de tala y quema. 
Los conucos Warekena, similares a los de otros grupos étnicos de la región, se ubican en las cercanías del caño San Miguel. Durante la temporada seca, los Warekena se dedican a la pesca, utilizando trampas llamadas cacures y redes tejidas con fibra cumare fabricadas por ellos mismos. Y aunque menos reconocidos que los Ye’kuana, los Warekena también son buenos navegantes y fabricantes de curiaras.

7 comentarios:

  1. BUENA la información, pero en la actualidad 2017 cuantos aborígenes Warekenas existen hoy en nuestras tierras. No se en que año ud coloco el articulo, por eso le pregunto. Permitame hacerle una observacion: La letra de su contenido es muy menuda y poco gruesa para poder leer. De resto todo bien.

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  2. Nesecito la cultura y vivienda plis 🙏🙏

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